"Este tema es la continuación a manera de estudio, versículo por versículo. Que me he propuesto compartirles en este caso sobre la epístola de Romanos, pues soy fiel creyente que en Dios siempre hay nuevas cosas que hacer, ya que él es quien pone en nosotros el querer y el poder, de esta forma este blog toma un giro importante pero todo con el propósito de hacer llegar hasta ustedes la Palabra de Dios de manera sana y fresca."
Romanos 5:1 En
consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Introducción Capítulo 5
En este capítulo tenemos los beneficios de la justificación por la fe y las
bases de la santificación, en la primera parte se trata del tema de la
justificación y en la segunda acerca de la santificación, la salvación y la
santificación son temas diferentes pero no contrarios. La verdad es que la
santificación surge de la salvación, es de decir después de ser justificado la
persona justificada por Dios es una persona salva, lo aclaro para no
confundirse entre 3 términos. Pablo trata del futuro de la justificación por la
fe, este es un sistema maravilloso tal como Pablo nos lo ha manifestado, pero
surge la pregunta ¿Es final o es estable? ¿Resistirá las presiones y los
choques de la vida? ¿Tendrá el mismo valor después de pasar por el crisol de la
prueba y la dificultad? ¿Hay alguna seguridad en todo esto de la justificación
por medio de la fe? Pablo contesta estas preguntas en la primera parte de este capítulo,
los beneficios que se mencionan aquí no son frutos sino los resultados lógicos
de la justificación por medio de la fe, hemos sido salvados por la redención
que tenemos en Cristo, esta redención fue comprada con gran precio en la cruz,
nos libra de la culpa del pecado. Ahora el asunto del pecado ya ha sido
arreglado no compareceremos ante el juicio de Dios, es decir que aquellos que
han confiado en Cristo ya tienen una morada eterna en el cielo; pero Pablo
también nos muestra que también hay beneficio para esta vida también para quien
confié en Cristo como su Salvador.
Romanos 5:1 En
consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. La Biblia menciona varias clases de paz, por
ejemplo el sueño que tenemos de alcanzar la paz mundial, organismos
internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se esfuerzan
pero no lo han logrado, es porque mientras haya pecado en los corazones de los
hombres nunca habrá paz en el mundo, solo el Príncipe de Paz Jesucristo puede
traer esta paz a la tierra pero esta no es esa clase de paz a la que Pablo se
refiere en este versículo, por otro lado también tenemos la paz que tiene que
ver con la tranquilidad del alma o del Espíritu, el Señor Jesús la mencionó en.
Juan 14:27 La paz les dejo; mi paz les
doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se
acobarden. Esta paz es para todo creyente que no solo ha confiado en Cristo
sino que también descansa en él, quisiéramos poder decir que hemos conocido la
paz continuamente desde que somos creyentes, pero no ha sido así, reconozco que
la paz siempre está disponible para el creyente pero a veces cuando nos hallamos
bajo tensiones y dificultades, o cuando estamos cansados esa paz se nos va, pero
la paz a la cual Pablo se refiere en este versículo 1 es el resultado de estar
reconciliados con Dios, el pecador ahora reconciliado con Dios ya no es enemigo
de Dios que lucha contra él. El creyente en Cristo tiene paz con Dios porque él
ha extendido su misericordia al pecador, Dios ya no tiene cargo alguno contra
el pecador y el pecador ya no es culpable, esta relación es permanente y eterna
y resulta de tener perdonados los pecados, cuando el hombre pecó en el edén no
solo huyó de Dios sino que se mantuvo alejado de la vida de Dios y el hombre
era enemigo de Dios, un Dios santo tenía que mantenerse apartado del hombre
pecador, pero cuando Cristo murió en la cruz y resucitó Dios se volvió a
nosotros y ahora a un Dios Santo le es posible decir a un hombre pecador ven. Amigo
o hermano lector usted no tiene que hacer nada para ser reconciliado con Dios,
algunos piensan que se debe dejar caer muchas lágrimas para ser reconciliado
con Dios pero pregúntese ¿Cuántas lágrimas debe derramar para ser reconciliado
con Dios? No lo sabe porque no existe tal cantidad, porque el sacrificio y el
pago no lo hacen ni hará usted, porque alguien más lo hizo. Uno mejor que usted
y yo, Jesucristo es su nombre, la verdad es que las lágrimas no enternecen el
corazón de Dios y gracias a Dios que las lágrimas no son esenciales, quien una
vez lloró lágrimas que parecían de Sangre fue Jesús, él hizo todo por nosotros
por eso su sacrificio es perfecto y lo abarca todo, no hay ningún momento en
que el pecador reconciliado se quede sin la Gracia de Dios que es para Salvación
y como el mismo Pablo lo dice que una vez somos salvos nos convertimos en
embajadores del cielo embajadores de Dios. 2º
Corintios 5:20 Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara
a ustedes por medio de nosotros: En nombre de Cristo les rogamos que se
reconcilien con Dios. El creyente a pesar de ser pecador está en paz con
Dios aun estando en pecados, no porque el creyente juega con la Salvación y
solo recibe al Señor y de allí sigue siendo impío; sino que el creyente
reconoce que mientras esté en esta tierra bajo este cuerpo carnal, pecaminoso,
nunca será perfecto por eso busca de Dios cada día intensamente y reconoce su mala
conducta y pide perdón, pero ya no se va por el mundo a perderse
voluntariamente como lo hacía, Pablo desbarata esa falsa paz de aquellos
hombres pecadores no reconciliados con Dios, hombres que no han creído que esa
paz que tienen es falsa porque no es paz para con Dios, porque Dios no les ha
quitado la culpa, la vergüenza, ni el oprobio, ni el castigo de su maldad por
no haber creído aun, entonces podemos concluir que el primer beneficio de la
justificación por fe es el perdón del pecado.
Romanos 5:2 También
por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos
mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la
gloria de Dios. Acá tenemos el segundo beneficio, es el del acceso o en otras palabras una
entrada gratis, tenemos acceso a Dios por medio de la oración, es confortador
tener a quien acudir y hablar acerca de uno mismo y de los problemas de la vida,
el hijo de Dios puede acudir a su Padre en cualquier momento y él escucha y
contestara nuestras oraciones, por supuesto que eso no quiere decir que Dios
siempre contestara nuestras oraciones de la manera en que nosotros queremos que
sean contestadas; pero tenemos la confianza que él lo hará según su sabiduría y
no según nuestra voluntad, en lugar de ser excluidos por nuestros pecados se
nos da un pase, la fe es como ese boleto o pedacito de cartón en nuestras manos
que es nuestro pase, otro pago la entrada y nosotros tenemos entrada a la
Gracia de la Justificación y no solo tenemos entrada sino que podemos quedarnos
allí. Esto denota la permanencia de este acceso, son pocos los que tiene acceso
al presidente de un país, muchos jamás lo tendrán y los que lo logran son pocos
y son igualmente dignatarios como el presidente, que contraste tenemos acá,
porque el pecador más malo y el santo más débil pueden tener una audiencia con
el Rey de Reyes y Señor de Señores Jesucristo, el pecador más débil que confié
en Dios es puesto en su presencia y se le permite quedarse allí este es un
enorme privilegio.
Romanos 5:3 Y no
sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el
sufrimiento produce perseverancia. El pecador salvado tiene algo de lo que puede
jactarse legítimamente, esta jactancia no es engreimiento malo, la esperanza es
una verdad objetiva y se refiere a la única esperanza del cristiano, Pablo se
lo dijo a Tito en su carta. Tito 2:13
mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. El hijo de Dios tiene una
esperanza, tiene un futuro, tiene algo a que esperar y que anticipar en los
años venideros, vivimos en tiempos en que el hombre tiene todo tipo de cosas
imaginables y tiene todas las cosas para vivir cómodo en esta vida, pero lo
interesante es que a pesar de esto no tiene ningún futuro y esta falta de
esperanza conduce a muchos a perderse en cadenas de vicios que satanás
aprovecha para destruir a las personas; pero los creyentes tienen una esperanza
bienaventurada, los creyentes saben que ni la muerte, ni la vida, ni nada nos
podrá separar del amor de Dios y la justificación por medio de la fe permite
esto y garantiza los deleites el cielo.
Romanos 5:3 Y no
sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el
sufrimiento produce perseverancia; 4 la perseverancia, entereza de carácter; la
entereza de carácter, esperanza. El cuarto beneficio que nos provee la
Justificación por medio de la fe es el triunfo en medio de las dificultades, lo
hace a través de la paciencia y otras evidencias ¿Alcanza la paciencia en medio
de la prueba? La verdad es que sí, hay un gozo triunfante y un triunfo gozoso
en medio de las dificultades, esta es una paradoja de la fe cristiana, porque
las dificultades son la mejor arma para sacar lo mejor de la vida del creyente.
La única manera en que Dios obtiene fruto de la vida del creyente es cortando o
podando sus pámpanos, encontramos muchos ejemplos de esto en La Palabra de Dios.
1º Tesalonicenses 1:6 Ustedes se
hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de mucho sufrimiento,
recibieron el mensaje con la alegría que infunde el Espíritu Santo. También
el apóstol Pedro escribe sobre esto. 1º
Pedro 1:7 El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de
ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas
demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se
revele. Los resultados de estas pruebas en la vida del creyente son visibles
en su vida y estos son a los que la Biblia llama Frutos del Espíritu Santo, las
dificultades no deben debilitar la fe del cristiano sino más bien fortificarla.
Romanos 5:5 Y esta
esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón
por el Espíritu Santo que nos ha dado. El quinto beneficio es el amor de Dios, este se
ha derramado para nosotros, lo veremos en estos siguientes versículos, este
amor es el que Dios tiene para nosotros, un amor que nunca nos traicionará, ni defraudará
y que en el mismo momento de la dificultad se manifestara y lo hará por medio
del Espíritu Santo. Esta es la primera referencia al Espíritu Santo y se nos
menciona brevemente en este versículo pero en el capítulo 8 de esta misma epístola
se nos menciona mucho más al Espíritu Santo muchas veces, pero esta mención del
Espíritu Santo nos deja claro que se es dado a todos los creyentes y no solo a
unos pocos, El Espíritu Santo confirma de manera viviente la realidad del amor
de Dios en el corazón de cada creyente, esto solo demuestra el amor de Dios
para con nosotros y nada tiene que ver en esto nuestro amor para con él,
tenemos que estar conscientes que Dios nos ama cuando estamos en la prueba,
saber que Dios nos ama nos da el equilibrio, la estabilidad para mantenernos
firmes, El Espíritu Santo nos puede hacer comprender y ver en Cristo. 1º Juan 4:10 En esto consiste el amor: no
en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo
para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. El
sexto beneficio también está en este versículo 5 y es que El Espíritu Santo es
dado a cada creyente como lo he venido mencionando, la obra particular que El Espíritu
Santo hace en cada creyente es parte de la Gracia de Dios dada a nosotros por
medio de la justificación por medio de la fe. Juan
14:17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve
ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en
ustedes.
Romanos 5:6 A la
verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió
por los malvados. Fíjese en esta gran verdad, Dios murió por los impíos,
Dios reveló su amor en la cruz. Cristo no murió por los buenos sino por los
impíos, murió por lo que eran sus enemigos y los que le aborrecían y no solo
nos salvó por su amor porque Dios es más que amor, él es Santo, es Justo, no
puede abrir la puerta de atrás del cielo para dejar entrar a los pecadores, no
puede dejar entrar al cielo a pecadores simplemente en la base de su amor, Dios
tuvo que hacer algo en cuanto a la culpa del pecador, es necesario el juicio
contra el pecado para que sea castigado y eso es lo que pagó Cristo, solo
dependerá si usted aceptara su regalo y recuerde que aunque ya sea creyente y
Cristo pagó por usted los pecados que siga cometiendo le traerán consecuencia,
porque la paga del pecado es muerte. A pesar que nada podemos hacer para que
Dios no nos ame, usted si puede apartarse de su amor; por ejemplo usted no
puede impedir que el sol brille pero lo que sí puede hacer es salirse de su luz
ocultándose de él en cualquier lugar que lo cubra del sol, usted podría hacer
lo mismo en cuanto a Dios y levantar la sombrilla de la indiferencia, distancia
u orgullo para que su amor no llegue ante usted, sin embargo aunque usted lo haga Dios todavía
lo ama, pero aun así permanece el hecho que Dios no nos salva solo por amor de
lo contrario Dios ni castigará el pecado y eso sería dejar entrar por la
puerta de atrás a los pecadores. Efesios
2:8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede
de ustedes, sino que es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte.
Dios nos salva por gracia este es otro ingrediente aparte del amor, pero fíjese
bien lo que el amor logro. Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el
que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios demostró su
amor por la humanidad dando a su hijo
para que muriera en la cruz por los pecadores y permitió que el pagara
la deuda que solo era suya amigo lector y mía, este noble acto permitió que un
Dios Santo Salvará a cualquier pecador y que pueda acudir a él creyendo, es
necesario llegar por el camino indicado por Dios, no podemos llegar al Padre
por nuestro propio camino, sino por el camino que él ha provisto mediante
Jesucristo, este es el universo de Dios y es él quien dicta los reglamentos. Juan 14:6 Yo soy el camino, la verdad y la
vida le contestó Jesús. Nadie llega al Padre sino por mí. Esta realidad nos
muestra la bancarrota de la raza humana sin valores espirituales y morales, sin
una capacidad para entrar en contacto con Dios y su impotencia para hacer lo
bueno. Cristo no vivió por los impíos, sino que murió por ellos y a cambio no
pidió nada, esta es la maravillosa Gracia de Dios.
Romanos 5:7
Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se
atreva a morir por una persona buena. ¿Conoce usted alguien que muera por alguien
justo? Probablemente considere usted a alguien capaz de hacerlo pero ¿Por
alguien malo? El amor de Dios fue lo suficientemente profundo como para morir
por aquellos que son impíos y esto es lo que Dios hizo por nosotros los
pecadores, Dios nos amó lo suficiente como para morir por los pecadores, tanta
es la magnitud del amor de Dios por la humanidad que aunque esto nunca sucederá
porque no es necesario, pero si lo fuera Dios volvería a morir por nosotros,
pero él ya lo hizo y eso es más que suficiente, nunca volverá a suceder, solo trataba
de explicar la magnitud del amor de Dios por los pecadores.
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