Mateo 9:36 Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque
estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.
Jesús se compadeció al ver a las
personas agobiadas sin nadie quien los guiara, nadie quien supliera para sus
necesidades, ayudara en sus diversos problemas; así como se compadeció en esa
época en la que aún no existía la iglesia como tal, lo sigue haciendo hoy en
este tiempo donde ya contamos con una iglesia.
El Pastor es el guía, debemos
recordar que cuando Jesús vivió en esta tierra no había una estructura como tal
como la iglesia, eso vino después de la resurrección de Jesús y cuando ascendió
a los cielos dejó diversos ministerios dentro de los cuales está el “pastorado” (Efesios 4:11)
Cuando se habla de pastores en el
sistema celular, se refiere a quienes desarrollan una tarea de tutoría y otras
diversas funciones como las que son bien conocidas hoy en día por nosotros. Según
estudios si una iglesia tiene un número de entre 50 a 60 miembros incluyendo
niños, este ministro se verá incapacitado de suplir todas las necesidades
espirituales que cada miembro necesite; cuando se habla de una mega iglesia
surge la pregunta. ¿Cómo se pastorea a los miembros de una mega iglesia? Si la
iglesia no es celular se complica, ya que el sistema que se ocupa es un sistema
lleno de programas y ministerios enfocados al servicio y no al pastoreo, en este sentido, no llenan las expectativas,
ni necesidades de los miembros de este tipo de congregación.
Ventaja de una iglesia celular
El propósito de una célula no
solo es el evangelismo, la célula en sí tiene tres propósitos principales que
son la motivación de su funcionamiento tenemos: Evangelismo, comunión,
edificación. Estas tres deben estar equilibradas entre sí sin darle mayor
énfasis a una sobre la otra.
EL líder o lideresa se convierte
en el tutor y guía en la edificación a través de la obra pastoral, entendiendo
el término pastoral no como el llamado al ministerio en sí. Sino únicamente
viéndolo como un guía dentro de la célula, no se trata que todos sean pastores
pues Dios es quien hace el llamado y elige a sus pastores, se trata de
desarrollar la función pastoral dentro de la célula como líder o lideresa, las
funciones de, tutor, guía, cuidado, maestro. El líder no predica, lo que hace
es compartir la palabra con un grupo de amigos y hermanos en la fe, la célula
no es la iglesia, no se debe tomar la célula así, pues a ese fenómeno se le
conoce como “mini culto” eso es
dañino en una célula.
El líder es el que está cerca de
sus miembros, aún más cerca que el mismo pastor de la iglesia, no es el pastor
el que acapara a las ovejas sino los líderes y lideresas de cada célula, el
pastor se apoya en los líderes de las células, el líder se limita a la labor de
cuidado solo con los miembros de su célula.
La célula se considera un grupo entre
4 a 15 personas, comprometidos con los 3 propósitos y a su vez comprometidos
con la iglesia local, este es el “concepto
de célula” por la misma razón que las células las componen pocos miembros
el líder puede desarrollar la función de cuidado de cada uno de sus miembros, los
debe llegar a conocer muy bien; el líder conoce las cualidades, desarrollo,
salud, carácter, personalidad, de cada miembro de su célula, por eso los puede
estimular e infundir aliento.
¿Cómo está formada una célula? Líder o lideresa, asistente del líder y
miembros
El líder: consuela, enseña,
pastorea, atiende, escucha, sirve.
El asistente del líder: Es el candidato a líder de la futura célula
a inaugurarse, no solo es el que apoya al líder sino el mismo es un futuro
líder, esta persona está en el proceso y el líder lo capacita e instruye y
delega funciones dentro de la célula para que aprenda haciendo; no se trata de
eliminar personas, esto es un principio básico en el modelo celular, sino de
suplir las deficiencias que las personas tengan.
Los miembros de la célula: En esta categoría no se puede generalizar,
pues sabemos que cada miembro presenta un crecimiento espiritual diferente al
de otro, todos son miembros pero no todos iguales veamos un ejemplo en La
Palabra de Dios. 1º Juan 2:12. Les escribo a ustedes, queridos
hijos, porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo. 13 Les
escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio.
Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a
ustedes, queridos hijos, porque han conocido al Padre. 14 Les he escrito a
ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he
escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece
en ustedes, y han vencido al maligno. Los hijos quizás son aquellos que
comienzan una vida cristiana y aún no han alcanzado madurez, son estos que aún
no resuelven ciertos conflictos y son inconstantes, incluso se desaniman o se sorprenden
al ver errores de otros cristianos y se desmotivan.
El joven: han superado la etapa inicial, están en
plena juventud de belleza y fortaleza espiritual, tienen ánimo y energía en las
cosas del Señor, pero aun así no completan la madurez necesaria para un
cristiano integral.
El Padre: Este es el que ya ha engendrado hijos, es
un ganador de almas, es de mayor edad y tiene más experiencia y ha comprendido
como es la vida en el evangelio.
El líder debe saber que en la célula tendrá a los tres tipos de hermanos
en Cristo, existen más categorías en las cuales se pueden clasificar como: La
personalidad, timidez, intrepidez, el líder debe conocerlos pastorearlos y
guiarlos, todo esto por el acercamiento que tiene con ellos, todo esto se hace
para la honra del Señor, por eso el líder aunque no recibe un sueldo, pero sabe
que trabaja para su Señor.
Si la tarea del líder es de cuidado y atención ¿Cuáles son los
requisitos o características de los líderes?
Debe amar a la persona: Esto es fundamental en el líder.
Tener vocación hacia las
personas: Todo esto a
través del amor, sino siente compasión por las personas o amor no podrá ser
buen líder, su célula no será sana y una célula sana NO SE MULTIPLICA, solo las sanas se MULTIPLICAN, esto es un principio biológico, por eso el líder debe
cuidar, atender. Herir a las personas no es pastorearlas, ni amarlas, amar es
la CONDICIÓN INDISPENSABLE, si el
líder no es capaz de hacerlo que sea sincero y no acepte o renuncie al privilegio.
Debe cuidar a los miembros de
la célula: Como a un hijo,
así como un padre cuida a su hijo, que cuida de sus amistades, donde sale, con
quien habla, a la hora que regresa, debe preguntar constantemente cómo están a
cada miembro de su célula.
Debe guiarlos: Las personas necesitan orientación,
necesitan ser guiados, aconsejados. Esa figura deben encontrarla en el líder o
lideresa de las células, todo eso fue lo que conmovió a Nuestro Señor Jesús,
vio a las personas desamparadas, “como ovejas que no tienen pastor.”
Debe alimentar: Debe animar, debe mostrar que existe la
posibilidad de salir adelante. ¿Cómo se les alimenta? Oyendolos, no debe
cansarse, su paciencia no debe agotarse, quien pierde la paciencia y se cansa,
ese es el asalariado que menciona La Palabra de Dios en el Evangelio de Juan
capítulo 10; pero el verdadero pastor su vida da por las ovejas, el verdadero
muestra el sendero a seguir, nunca se cansa aunque lo haya explicado mil veces,
debemos recordar que todos necesitamos ser pastoreados y guiados y en eso debe
pensar el líder, que así como el recibe guía e instrucción porque la necesita
eso mismo debe hacer con los miembros de su célula.
¡Gloria a Dios!
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