domingo, 22 de junio de 2014

Estudiando Romanos lección #6


"Este tema es la continuación a manera de estudio, versículo por versículo. Que me he propuesto compartirles en este caso sobre la epístola de Romanos, pues soy fiel creyente que en Dios siempre hay nuevas cosas que hacer, ya que él es quien pone en nosotros el querer y el poder, de esta forma este blog toma un giro importante pero todo con el propósito de hacer llegar hasta ustedes la Palabra de Dios de manera sana y fresca."

Inicio del capítulo 2

Romanos 2:1 Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.

Introducción capítulo 2:1,16

En este capítulo el Apóstol Pablo habla a las personas que se justifican así mismas, estas serán juzgadas por Dios. Pablo indica 6 grandes principios por los que Dios los juzgará, en el 1º versículo Pablo dice: “Por tanto, no tienes excusa tú quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.” Este es un tema muy importante en este capítulo, en el capítulo 1 el Apóstol Pablo atacó, reveló la maldad del hombre; mientras en este capítulo 2 ataca a todo el que se justifica asimismo,  en este caso Pablo no está hablando de la salvación sino del pecado que es la base sobre la cual Dios juzgará al hombre, estos 6 principios de juicio no son las bases de la salvación sino del juicio. En lo personal yo no quiero ser juzgado por Dios y le doy gracias por El Salvador que ha provisto, el Evangelio es el único medio para alcanzar la vida eterna a través de Jesucristo, al rechazar a Cristo eso provoca el juicio de Dios sobre nuestras vidas y el único veredicto es declararnos culpable por rechazar al único Salvador que proveyó para nosotros, el Apóstol Juan nos dice en su primera epístola 1º Juan 5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Y en el evangelio de Juan 5:24 se nos dice: “Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.” Y en Juan 3:17 se nos dice: “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.” Y allí mismo en el Evangelio de Juan 3:36 nos dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Y esto significa que los que no tienen a Cristo hoy ya están perdidos, usted puede ser una persona religiosa o buena, pero sin Cristo las personas así, están totalmente perdidas.

Romanos 2:1 Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas. “Quien quiera que seas tú” se refiere tanto a judíos como a gentiles, a hombres y a mujeres, es decir a toda la raza humana en general, al usar este término en forma general, también se pasa a un específico, es decir a término personal; pero el a su vez lo limita a aquellos que juzgan a otros. La palabra que se usa para decir “juzgar” lleva la intención no solo de juzgar sino de declarar culpable a otra persona y es acá donde nos podemos preguntar los creyentes. ¿Cuál debería ser nuestra actitud hacia las personas que menciona el capítulo 1 de romanos? La respuesta es que el cristiano debe desear que toda persona sea salva, que venga al conocimiento de Cristo y nosotros debemos de esforzarnos por llevar el Evangelio a todas las personas, debemos tener este pensamiento, “rescatar al que perece, cuida al que muere, arrebata del pecado al pecador, ora por los que están errados, levanta al caído, háblales de Jesús que es poderoso para Salvar.” Esa debe ser nuestra actitud, pero aclarando ante ellos que necesitan ser salvos y rescatados de esa perversión e inmoralidad en la que viven por no haber aún aceptado a Cristo, siguiendo con la lectura del versículo 1 hay que tener cuidado de como leemos, para entender bien lo que leemos. Veamos la frase dicha por el Apóstol Pablo “pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.” Acá se usa la palabra griega “auta” donde proceden palabras como automóvil y cosas por el estilo, cuando Pablo usa la expresión “lo mismo” no quiere decir cosas idénticas, sino cosas que son tan malas ante los ojos de Dios como las cosas que hacen los depravados y perdidos y que son ofensivas al pecador “culto y refinado,” se dice que una persona dijo una vez que el infierno no podía ser calentado lo suficiente como para quemar a una persona como Hitler, ese es un claro ejemplo de cómo una persona está emitiendo un juicio sobre otra, estaba tomando el lugar de Dios y así hoy en día hay muchos que juzgan a otros y a su vez los condenan; pero hay que aclarar que nosotros hacemos lo mismo, y somos culpables por hacerlo, quizás alguien diga: ¡Un momento yo no hago esas cosas! Permítame decirle entonces que usted está sentado juzgando a toda persona que no está a su mismo nivel, usted estaría usando los patrones de la sociedad de nuestro tiempo hoy en día, hay iglesias en las que se pasaría por alto si uno es mentiroso o uno es chismoso, pero estarían pronto a señalar a una persona por fumarse un cigarrillo y esa es la actitud que se condena no solo la de juzgar sino la de condenar, y al juzgar se procede a la otra, de la misma manera Dios nos está diciendo que si usted cree que tiene derecho de juzgar a otra persona con sus propias normas, estamos equivocados, porque el único que tiene ese derecho según sus propias normas es Dios y no se basa en normas humanas. Dios juzga según sus normas divinas, algunas personas piensan que son agradables a Dios y hablo de aquellos que lo hacen según la base de un pensamiento carnal, pero también alguien dijo: “que si nos viéramos según los ojos de Dios no podríamos soportarnos” sin Cristo somos detestables, repugnantes y pecadores perdidos. ¿Qué es lo que pudiéramos contribuir para el cielo? ¿Cómo pudiéramos adornar ese lugar? Hay personas que quizás piensan que el cielo será un lugar mejor cuando ellos lleguen allá pero si la tierra no ha sido mejorada por su presencia entonces. ¿Cómo pueden pensar que mejoraran el cielo? Uno debe darse cuenta entonces que no podremos alcanzar las normas divinas sobre las cuales Dios nos juzgará, por eso no soy competente para hacerlo.

Romanos 2:2 Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la verdad.  Acá Pablo nos da el primer gran principio, como lo vimos en la introducción de este capítulo, y es que el juicio de Dios contra la maldad humana es “según la verdad.” Hoy en día hay muchas personas, incluso iglesias, que viven en un mundo imaginario, algunos muestran interés en estudiar la Palabra de Dios pero al estudiarla se dan cuenta que no es lo que ellos pensaban, les pasa como al apóstol Juan le sucedió según su relato en (apocalipsis 10:10) Cuando comenzó a ver el juicio de Dios al principio era conmovedor, emocionante, era dulce a su boca; pero cuando comió el pequeño libro le dio indigestión, fue amargo en su vientre y así hay muchos creyentes hoy en día, que dicen que quieren estudios bíblicos pero cuando los reciben los rechazan porque no quieren la verdad sino un evangelio a su manera, por supuesto que el Apóstol no rechazaba la verdad, pero no explicare esa parte hoy para no salirnos del tema, siguiendo con este gran principio que nos dio el Apóstol Pablo, consiste en que el juicio de Dios es según verdad, estos no son los principios de salvación, sino de condenación, el hombre tiene el conocimiento que será juzgado por un poder más grande. Hechos 17:31 Él ha fijado un día en que juzgará al mundo con justicia, por medio del hombre que ha designado. De ello ha dado pruebas a todos al levantarlo de entre los muertos. En este principio un día Dios juzgará al mundo, Pablo había debatido con Félix acerca de la justicia y el juicio venidero, pero al oírlo se sobresaltó y no quiso oír otro sermón, acá vemos que el juicio de Dios es un contraste con el juicio del hombre, el hombre no tiene conocimiento de todos los hechos, por lo tanto su juicio es parcial y prematuro, en cambio el juicio de Dios contempla todos los hechos, en algunos lugares donde se recoge algodón las personas van y lo recogen y luego lo pesan para saber cuánto recogieron, la persona que pesa el algodón no pregunta donde lo recogieron, ni cómo, ni a quién pertenecía, el simplemente lo pesa. Asimismo Dios nos dice en el libro del profeta (Daniel 5:27) que somos pesados en balanza en la Palabra de Dios, el peor error en la persona culta es creer que la persona depravada debe ser juzgada, pero que la persona culta debe escapar de ese juicio porque se cree “diferente,” pero eso es mentira, pues Dios juzgará al hombre por lo que el hombre es ante sus ojos, no por lo que el hombre crea acerca de si mismo, por eso el juicio de Dios es según verdad.

Romanos 2:3 ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? No sé si lo ha notado pero todo criminal encarcelado siempre dice que es inocente, ninguno se cree culpable, parecería que todo el que está tras las rejas no es culpable, y así todo hombre piensa así, que no debería ir al castigo eterno al no cometer un asesinato o una violación por mencionar algunos ejemplos, piensan que son mejores que aquellos que si los han cometido y por eso creen que no debería ser su castigo el fuego eterno; pero si se debería castigar así, al que así procedió, según ellos con tanta maldad nadie pueda escapar a la autoridad de Dios. ¿Cómo escaparemos si despreciamos una salvación tan grande? nos dice (Hebreos 2:3) no solo es el hecho de creerse menos malo que otro, sino el hecho que desprecie la Salvación que el Evangelio me ofrece por medio de Cristo Jesús.

Romanos 2:4 ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? Debemos reconocer que la bondad de Dios nos debería hacer caer de rodillas delante de él, pero en lugar de eso los hombres huyen de esa bondad, David estaba preocupado por la forma en que prosperan los malos, parecía que Dios no hacía nada, en los salmos escribió “Sentí envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de esos malvados. Ellos no tienen ningún problema; su cuerpo está fuerte y saludable. Libres están de los afanes de todos; no les afectan los infortunios humanos. Por eso lucen su orgullo como un collar, y hacen gala de su violencia, (v17) hasta que entré en el santuario de Dios; allí comprendí cuál será el destino de los malvados.” (Salmos 73:3,6 y 17) Acá vemos que el ser humano que vive de manera impía y que al parecer en esta tierra se la pasa de maravilla y ningún castigo viene sobre su vida también será juzgado, pero como dijo David “hasta que entre al Santuario de Dios comprendí,” solo a la luz de la Palabra entenderemos todas las cosas que antes no entendíamos, aquello con lo cual satanás me engañaba para alejarme de la verdad, que como hemos visto el juicio de Dios se basa en su verdad, este pasaje que estudiamos trata de advertir al hombre que si su esperanza está únicamente en esta vida y que lo que pretenden los que predican la Palabra de Dios es quitarle “los placeres” de esta vida y que le proponemos una vida aburrida y sin sentido, bueno permítame decirle que no es el propósito, pero si usted así lo cree; entonces beba todo lo que pueda, entréguese al placer por completo, pero un día verá que cuando muera nada de este mundo se llevara, entonces. ¿De qué le sirvió? Más que solo para condenarse por rechazar la luz de Cristo; mientras los cristianos estemos en el  Cielo reunidos con nuestro Padre gozandonos donde no existirá el llanto, ni el dolor, ni la tristeza. Mientras que si usted rechaza a Cristo, estará en el lago de fuego para siempre, quejándose, arrepintiéndose, pero ya será demasiado tarde, pero lo que explico acá, es que todos necesitamos un Salvador, porque un día Dios juzgará y la bondad de Dios debe guiarme hacia él.

Romanos 2:5 Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio. Muchos de los que ahora no son salvos por no tener a Cristo saben que Dios ha sido bueno con ellos y los ha bendecido, pero eso aún no los ha traído a él y esto es lo que hace que el juicio sea peor, cuando uno mide su vida en comparación de otros, por ejemplo las personas en la India que sufren de muchas cosas, uno se da cuenta que Dios nos ha bendecido; pero si yo no lo acepto. ¿Piensa que Dios no le juzgará? Por eso la bondad de Dios debe guiarle al arrepentimiento.

Romanos 2:6 Porque Dios pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras. Acá encontramos el segundo gran principio que el Apóstol Pablo nos compartió. Dios pagará a cada uno según sus obras, “Justicia absoluta” será usada en el juicio de Dios, las obras del hombre están siempre delante de los ojos de Dios, él lo sabe todo, ninguna persona en su sano juicio quiere ser juzgado de esta manera, definitivamente que no existe corazón más lleno de satanás que aquel que rechaza a Cristo, tenemos el ejemplo de Cornelio en (Hechos 10:1,48) Cornelio era bueno, sin embargo estaba perdido hasta que recibió a Cristo y ahora si la Salvación a él había llegado.

Romanos 2:7 Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad.  Vemos que el juicio de Dios será según verdad y dará la justa retribución a cada ser humano, al que en esta vida eligió tener a Cristo como su Salvador, bueno entonces su vida en el Cielo será la continuación de lo que eligió acá, pero al que rechazó a Cristo como su Salvador, entonces Dios le concederá su deseo, eso quisiste en la tierra estar sin mí, entonces te regalaré una eternidad sin mí en el infierno, desde que nacimos en este mundo Dios nos creó para eternidad, con la diferencia que nos permitió una presencia corporal y temporal en esta tierra; pero nunca dejaremos de existir. Así que lo que decidamos acá en este mundo, será nuestra continuación en la eternidad. ¿Qué elegirá usted?

Romanos 2:8. Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran castigo de Dios. 9 Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen el mal, los judíos primeramente, y también los gentiles; 10 pero gloria, honor y paz para todos los que hacen el bien, los judíos primeramente, y también los gentiles. 11 Porque con Dios no hay favoritismos. Acá tenemos el tercer principio por el cual el juicio de Dios no se detendrá “porque con Dios no hay favoritismos” en Deuteronomio 10:17 se nos dice: Porque el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. A Dios no se le puede comprar y Dios tampoco hace acepción de personas, el Apóstol Simón Pedro se dio cuenta de esto cuando entro al hogar de Cornelio, como ya lo mencione en los versículos anteriores permítame decirle que la Palabra de Dios hace mención de esto porque para Dios no hay favoritos, el no tiene hijos mimados, todos los hombres somos iguales para él, la justicia tiene la vista ciega, no para ignorar las obras malas y buenas, sino para ver a todos por igual, al rico y al pobre, al malo y al justo, la pregunta es ¿Tiene usted un Salvador o no tiene usted un Salvador?

Romanos 2:12 Todos los que han pecado sin conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley, por la ley serán juzgados. Acá tenemos otro principio sobre el justo juicio de Dios el numero 4 este a su vez debe comprenderse junto con el siguiente versículo. Romanos 2:13 Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen. Los paganos están perdidos sin la ley, muchas personas piensan que están perdidos porque no han aceptado a Cristo como su Salvador o porque no han escuchado acerca de Cristo, pero no es así, la verdad es que ellos están perdidos porque son pecadores y esa es la condición en la que se encuentra toda la humanidad, pues somos pecadores y precisamente por eso necesitamos al Salvador Cristo Jesús, los hombres no son Salvos por el conocimiento que tienen, uno puede saber la Biblia de memoria y por eso creer que ya es Salvo, pero eso no es así, la Salvación es por gracia, saber la Biblia sería una obra, pero la Salvación no es por obras para que nadie se jacte o gloríe, pues la Salvación es por obra de su autor y este es Jesucristo, él se lleva todos los honores, no nosotros.

Romanos 2:14 De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Nos damos cuenta que por muy mala que sea la raza humana los humanos siempre sabremos que es el mal o que es el bien, a no ser que uno este loco usted se preguntara. ¿Sera malo asesinar a otra persona? Claro que no lo hace, para usted eso no tendría lógica, usted sabe que eso no lo puede hacer, entonces usted se ha vuelto ley para usted mismo, sin ser un gran teólogo. Pero esto aun así lo debe guiar a la sabiduría por excelencia, aquella que nos hace buscar a Dios y adorarle.

Romanos 2:15 Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan. Este es el quinto principio, Dios juzgará a los paganos por su propia conciencia, pues como ya lo he explicado siempre sabemos lo que hacemos y no ignoramos si es malo o bueno; sino que conscientemente de que sea malo o bueno lo hacemos, es cierto que no tienen la revelación de la luz que provee la Palabra, pero el problema es que ellos ni siquiera están viviendo según el conocimiento que tienen,  aquel que les hace saber lo que es malo, o bueno, y por eso serán juzgados de igual manera.

Romanos 2:16 Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio. Esa es la norma o base para el juicio, el pensamiento de que seré salvo porque soy bueno o creo serlo no es válida. Dios juzgará a los que se creen buenos y él se basara en lo hecho por Cristo en lo más profundo del corazón humano. ¿Desea usted que los hechos de su corazón sean hechos públicos? Y no se refiere a las cosas hermosas que alguna vez ha dicho o pensado; sino los pensamientos inmundos que almacena en su corazón, todo eso será dado a conocer. Dios juzgará a los religiosos por creerse buenos, por eso doy gracias que yo ya tengo a mi Salvador y mi deseo es que usted lo tenga también, como ya lo pudo ver no hay ni favoritos, ni mejores, estamos en la misma condición hasta antes de aceptar a Cristo como su Salvador personal, pero una vez usted le acepta, entonces si las cosas cambian, y su condición también, ya no es condenado sino Salvo, ya no es reprobado sino aprobado, y todo esto según el VERDADERO Y JUSTO JUICIO DE DIOS.









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