sábado, 22 de marzo de 2014

¿DONDE ESTAN LOS OTROS 9?



Lucas 17:17 ¿Acaso no quedaron limpios los diez? preguntó Jesús. ¿Dónde están los otros nueve?

Esa pregunta quizás habremos muchos que aún no se la hemos respondido a Dios, esta historia de los 10 leprosos tal vez sea la de muchos cristianos hoy en día te preguntarás. ¿Por qué? Como punto porque siempre somos mal agradecidos. 2 porque no somos cristianos de compromiso.

En los tiempos de Jesús los leprosos debían someterse a una ley espiritual acerca de la lepra dada por el mismo Dios por medio de Moisés que vivió muchos años antes que Jesús viniera a la tierra, la lepra era una enfermedad que provocaba llagas en la piel. (Levíticos 13)

El leproso generalmente perdía todos sus derechos a desarrollarse socialmente, ya que era declarado inmundo debía mantenerse a la distancia de los demás, esto le impedía relacionarse de cualquier forma con los demás, ni con su familia, incluso si de repente había una corriente de viento y había un leproso, las personas se alejaban porque creían que en ese viento podía venir la contaminación e infectarse de la enfermedad.

Los leprosos en esta ocasión le gritan al Señor de lejos pidiéndole que les sane, el Señor les manda a que se presenten donde el sacerdote, los leprosos hacen así y al llegar donde el sacerdote ya eran sanos. Todo ocurrió mientras iban en el camino; este fue un acto de fe impresionante pero ese tema no lo abordare en esta ocasión.

La ley decía que el que declaraba leprosa a una persona era un sacerdote, para esto el leproso se presentaba ante él y después de examinarlo se hacía la declaración y quedaba de conocimiento de todos, de manera que lo que Jesús hizo fue sanarlos y que los viera el sacerdote para que fueran declarados sanos y volvieran a sus actividades cotidianas.

Después de todo este acontecimiento de los 10 leprosos solo 1 regresa donde Jesús a dar gracias y es aquí donde el Señor pregunta. ¿Dónde están los otros 9?

El cristiano de hoy en día sabe que es salvo por la gracia de Dios, es decir de manera gratuita solo por la obra que él hizo, al cristiano solo le corresponde aceptar ese regalo y creerlo. Entonces la persona viene de una vida apartada de Dios y al venir a él se encuentra con esta gracia maravillosa y luego se va feliz que ya tiene lo que le da la seguridad de amor de parte de Dios y su boleto al cielo y de pronto ya no vuelve.

La biblia es clara al decir que somos salvos por gracia, pero la gratitud se demuestra con obras, que mejor manera de agradecerle a Dios que sirviéndole y trabajando para él, y ese fue el caso de los 9 leprosos y ese es el caso de la mayoría de cristianos de hoy en día, se conforman con decir que son cristianos porque asisten a un culto y quizás ni leen su biblia durante la semana, su comunión es corta y poca, tal vez algunos hacen más y escuchan alabanzas, otros tal vez castiguen al pecado en ellos y no lo complacen, y otros aún peor son cristianos "carnales" lo cual es una contradicción.

De esta forma el cristiano NO HACE NADA POR DIOS vive de manera liviana sin compromiso. Pero si profesan un cristianismo que está muy lejos de ser un amor puro y apasionado por Dios, el apóstol Pablo dijo algo sobre el servicio que debemos ofrecer a Dios.

1 Corintios 3:10  Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye.

Lo que el Apóstol trata de decirnos es que hay un fundamento que para el Evangelio es Cristo, a partir de allí como en toda construcción se debe levantar muros, él le llama sobreedificar. Pero enfatiza que se debe hacer con cuidado porque lo que allí se construye lleva el nombre de Dios y es para él, las preguntas serían. ¿Hoy que soy cristiano que estoy haciendo para la edificación de la iglesia? ¿De qué manera me esfuerzo por hacerlo de la mejor manera? debido a que se debe escoger el mejor material para una construcción. ¿De qué manera me esfuerzo por obtener ese material de alta calidad? y es acá donde el cristiano debe emprender una labor en el mismo de crecimiento espiritual que solo viene a través de una comunión sólida con Dios, es decir debe de estudiar las Escrituras, asistir a la iglesia, tener una vida de mucha oración, ser bendecido a través de la sana sabiduría de otros, y todo esto lo hará crecer y lo que comience a sobreedificar será fuerte y sano y conforme al deseo de Dios.

Entonces tu agradecimiento al Señor se manifiesta en obras, o a lo que Juan el bautista decía "frutos dignos de arrepentimiento" de manera que cualquier proceder diferente a esto se debería cuestionar y la persona que manifiesta un cristianismo así debería de asegurarse si en verdad ha sido nacido de nuevo o en otras palabras si es realmente hijo de Dios.

Efesios 2:10 Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.

La palabra de Dios en ese versículo afirma que Dios dispuso de antemano esas buenas obras para que las pongamos en práctica, de manera que no es según mi forma de pensar como yo debo mostrar agradecimiento a Dios. Sino que ya él mismo lo ha dejado claro, así el cristiano verdadero es salvo por gracia, pero agradecido mostrando frutos para el Señor obrando para el.

La gracia es algo que impacta no solo se recibe y ni se nota sino todo lo contrario, como cuando al agua le agregas café, el agua se transforma en otro color, sabor y olor, así es la gracia de Dios en el que la recibe; no es una gracia de palabra sino algo que impacta y que se ven los frutos de ella el verdadero cristiano. Es una persona que busca cada día crecer en el Señor, imitarlo y busca ser distinguido no en el aspecto vanidoso si no para marcar diferencia y el mismo ser una vitrina que atraiga a Dios a las demás personas a través de su ejemplo de vida.

Tito 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.

Si quieres medir tu cristianismo esa es la medida, la gracia me salva, luego me enseña que debo renunciar a lo malo, al pecado y a los deseos del mundo y que de ahora en adelante viva de manera justa y piadosa, viva para el Señor honrándole siempre.

Sigamos el ejemplo del leproso agradecido, el que volvió luego de ser sanado, y no seamos como los otros 9 que solo buscaron al Señor por interés y luego de haber recibido su deseo jamás volvieron y nunca le agradecieron.

Salvos por gracia pero agradecidos haciendo obras para el Señor.

Efesios 2:8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.

Dios les bendiga...





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