2 Timoteo 2:10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.
Debo iniciar diciendo que si queremos formar nuevos líderes
cristianos, futuros pastores y siervos del Señor, debemos ajustarnos al modelo
bíblico, en primer lugar este consiste en el mentoreo, antes que en una base académica, precisamente eso fue lo que Nuestro Señor Jesús hizo a base de una vida
invertida en otra en este caso la de sus discípulos, él les enseñó el camino al
ministerio, los discípulos nunca fueron a una escuela teológica, ni se les pidió ningún
requisito, sino que fue Dios quien los eligió, los atrajo a él, les comenzó a
enseñar a través de su vida como su mentor que fue de ellos y ellos como
esponjas absorbieron toda esa enseñanza y se quedaron para siempre sirviendo al
Señor.
Si queremos formar líderes esta deberá ser la mejor manera
basada en Las Escrituras veamos como Dios elige a los llamados al ministerio.
Juan 15:16 No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los
escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que
perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
Aunque eran muchos los discípulos que le seguían el no escogió
sino a 12 de esta forma Dios primero salva al pecador, trabaja en él y luego
trabaja a través de él, para que lleve mucho fruto, pero hay un orden progresivo
de crecimiento en el llamado, Marcos dice lo siguiente.
Marcos 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él,
y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar
enfermedades y para echar fuera demonios.
Fíjate el orden progresivo, primero Dios es el que llama, segundo les pide que permanezcan con él, de allí ellos aprenden a base del
ejemplo y luego una vez preparados los envía a predicar con la autoridad que
solo el llamado de Dios nos dará.
Sin lugar a duda que la base académica es esencial me
refiero al estudio de la teología, pero ese deberá ser el mejor complemento para
el que aspira a ser ministro de Dios y no deberá ser la base de su llamado, el
futuro ministro deberá ser llamado por Dios y ser instruido con la vida
ejemplar de su líder o pastor. Este líder deberá acoplarse a imitar a Jesús para
formar a estos líderes y entonces el estudio teológico será un arma poderosa
para este futuro líder, el modelo bíblico entonces consistía en eso, en estar con
Jesús día a día aprendiendo de él, es aquí donde el mentoreo fue lo que transformó la vida de los apóstoles pues el mentoreo es lo más importante.
Tomando en cuenta que la manera primordial es tener un
llamado de Dios debo decir que la persona que ha sentido o tenido un llamado de
Dios sabe que lo tiene pero es algo que no se puede explicar debido a que el llamado
de Dios no surge de un deseo humano, pues también hay personas que sienten deseo
de servir al Señor pero nunca pasa de eso, mientras que el llamado es
irrevocable, el llamado de Dios es el elemento clave para ser fieles a Dios, sin
un llamado de Dios no se encontrara un siervo fiel a Dios.
Romanos 11:29 porque las dádivas de Dios son irrevocables,
como lo es también su llamamiento.
El llamado no se puede enseñar de manera académica pues es
sobrenatural, este una vez sea realidad en la persona deberá ser enseñado a través
del mentoreo, del ejemplo de vida así como lo hizo Jesús. El llamado de Dios va más
allá de tener un deseo humano, tampoco consiste en seguir la profesión de los
padres, ni menos se puede recibir por herencia, es normal ver que los hijos
quieran ser lo mismo que sus padres; pero no debe ser así en el llamado de Dios, no es así a nivel espiritual, tampoco el llamado de Dios consiste en terminar
estudios teológicos pues una persona puede terminar su carrera de teología pero
si no ha tenido un llamado será una persona estéril en el ministerio, un árbol
solamente lleno de hojas pero sin ningún fruto.
Lo que le pasa a una caravana que va por el desierto bajo el
ardiente sol deseando ver un pozo lleno de agua y cuando llegan a este horror
de horrores el pozo está seco, así pasa con un ministro desprovisto de gracia
por no tener un llamado.
Solo la formación teológica no puede constituir un llamado, no se puede reconocer un llamado solo por el hecho de terminar los años de
estudio teológico, debemos asegurarnos que los futuros líderes tengan un llamado
de Dios, el llamado de Dios tampoco es una manera de ganarse la vida pues hoy en
día existen universidades que ofrecen una carrera teológica como una profesión, pero no se debe pensar que sea una profesión pues no lo es; sino que es una vida
dedicada al servicio de Dios y esto es lo que lo hace diferente, no se trata de
vivir del ministerio, se trata de vivir para el ministerio.
El llamado de Dios es escuchar la voz de Dios, es un llamado íntimo, no tiene que ver con lo que las persona dicen de nosotros, no se trata de
que a alguien le parezca que tengo el talento pues el llamado consiste en lo
que Dios dice de mi, también una persona podría no estar de acuerdo con mi
llamado pero nuevamente no depende de la opinión de la persona sino del decreto
de Dios.
1 Timoteo 1:1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de
Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza.
He allí un ejemplo, Pablo aunque despreciado por muchos él sabía
que Dios en su mandato declaró que él fuera su apóstol, su enviado, su siervo. Y aunque Pablo encontraba oposición en ello, él nunca dejo de ser Apóstol de Dios, el llamado viene directamente a la persona de parte de Dios, el no usa
mensajeros; él llamó directamente a Felipe. Juan 1:43, también lo hizo con Mateo o Leví Mateo 9:9 también con Pedro, Andrés, Jacobo, Juan. Mateo 4:18,21 Debemos
reconocer si tenemos un llamado de Dios, pues no lo hacemos por el nombramiento
de una mesa directiva de la iglesia, ni por la invitación de una iglesia, sino
porque lo recibimos de parte de Dios. Un llamado que transforme nuestras vidas, que la sacuda, que
nos haga caminar por otra dirección a la nuestra, la gente puede sorprenderse
que abandonemos cosas que en un principio nos esforzábamos por ellas, pero un día
sentimos el llamado de Dios y abandonamos esas tareas para hacer la tarea que
nos pidió Dios y esa es la señal del llamado pues el llamado siempre traerá oposición.
El llamado de Dios es un llamado a la cruz, el ministerio no
es divertido como algunos lo ven, no es para beneficio propio, ni para vivir cómodamente, es todo lo contrario, es por eso que es admirable cuantos equivocados en ello hay
hoy en día y esto los convierte en hipócritas y enemigos del evangelio y de la
cruz de Cristo.
El evangelio siempre nos muestra la cruz la cual tiene 2
caras, una es la muerte y la otra la resurrección, debe haber un viernes de muerte
para que haya un domingo de resurrección.
Juan 12:23 Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea
glorificado les contestó Jesús. 24 Ciertamente les aseguro que si el grano de
trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho
fruto. 25 El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su
vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. 26 Quien quiera servirme,
debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me
sirva, mi Padre lo honrará.
Esa es la vida del discípulo el que toma la cruz y sigue a
Dios, el que se niega asimismo, el que no va tras su beneficio sino tras el
beneficio de la obra, siempre deberá haber alguien que sufra para que otro sea
salvo, debe de haber alguien que pague un precio para alcanzar a otros para que
sean salvos, se debe morir al yo, ver hacia arriba pues la enseñanza de Jesús
siempre fue así. "si alguno quiere ser mi discípulo tome su cruz y sígame"
esa cruz de la que hablaba era la que lo llevó a la muerte y lo mismo a sus apóstoles, tal vez hoy no muramos por predicar la Palabra de Dios; pero debemos morir a
nuestros deseos y no solo a los de la carne sino a cosas legítimamente buenas
pero que por causa del evangelio las abandonaremos con tal de seguir a Cristo, fue esto lo que le sucedió a Pablo un hombre que contaba con gran reputación
para los fariseos y el pueblo judío que no creía en Dios, un hombre letrado, alguien de nacionalidad romana y judía a la vez, con destreza en idiomas
diferentes, enseñado por Gamaliel un baluarte de la época, pero una vez llamado
por Cristo él dijo esto en cuanto a lo que una vez fue su gloria.
Filipenses 3:8 Es más, todo lo considero pérdida por razón
del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he
perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo 9 y encontrarme
unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se
obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la
fe. 10 Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que
se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser
semejante a él en su muerte.
El ministerio no tiene ventajas para el ser humano porque la
muerte no es ventajosa y hablo de la muerte al yo, así que el verdadero hombre llamado
por Dios es alguien que felizmente toma su cruz y sigue al Señor pues no hay
camino al trono sino se pasa por la cruz, debemos recordar entonces en qué clase
de ejemplos estamos siendo para los futuros líderes. ¿Les enseñaremos que el
llamado es vivir para nosotros mismos? ¿Cómodamente? ¿Sin sacrificio? Pues
debemos tener claro que la base del llamado de Dios es a través del mentoreo, y
si somos ejemplos de comodidad e irresponsabilidad pues así serán los futuros
pastores de las iglesias ni Dios, ni los hijos de Dios queremos semejante cosa.
Por ultimo solo un verdadero llamado de Dios nos dará la convicción
para estar en pie de lucha, que nunca se nos olvide que siempre estaremos en la
mira de la escopeta de satanás porque nos proponemos causarle daño y no debemos
de sorprendernos porque nos acontezcan desgracias pues ya lo sabemos que así será, pues por eso es que cargamos una cruz dura, pesada y áspera en la cual nos
clavaran, seremos el espectáculo de todos, la crítica mordaz de muchos, el oprobio
de otros, pues cuando el mundo aprueba nuestra tarea y nos elogia es porque nos
parecemos al mundo, pero si nuestro mensaje se basa en la búsqueda de la
santidad y la condena del pecado el mundo no nos va aplaudir por ello y esa es
la señal que no seguimos la corriente del mundo sino la enseñanza de Dios y
todo esto proviene de la convicción, que a su vez proviene del llamado de Dios, el apóstol Pablo nos relata un ejemplo de su vida en cuanto a esto.
1 Corintios 9:15 Pero
no me he aprovechado de ninguno de estos derechos, ni escribo de esta manera
porque quiera reclamarlos. Prefiero morir a que alguien me prive de este motivo
de orgullo. 16 Sin embargo, cuando predico el evangelio, no tengo de qué
enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no
predico el evangelio! 17 En efecto, si lo hiciera por mi propia voluntad,
tendría recompensa; pero si lo hago por obligación, no hago más que cumplir la
tarea que se me ha encomendado. 18 ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que
al predicar el evangelio pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi
derecho.
19 Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho
esclavo para ganar a tantos como sea posible. 20 Entre los judíos me volví
judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como
los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de
ganar a éstos.21 Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin
ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios sino comprometido con la ley de
Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. 22 Entre los débiles me hice
débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a
algunos por todos los medios posibles. 23 Todo esto lo hago por causa del
evangelio, para participar de sus frutos.
Quien tiene el
llamado de Dios lo hace con pasión y no por rutina, siente la necesidad enorme
de cumplir la voluntad de Dios, de estar cerca de él, esto desarrollará hábitos
como la oración para apegarse más a su voluntad y estar comunicado siempre con él, la persona buscará siempre la santidad de manera imperativa, es por eso que necesitamos líderes llamados por Dios y no charlatanes sin vergüenza alguna de lo que hacen, personas que no llenan la medida pues son impostores y Dios nunca los llamó. Se necesita ministros que no se dejen llevar por las apariencias, ni que prediquen
para entretener a las personas sino para exhortar con amor y ejemplo y todo
para dar al Señor una iglesia santa para su honra y gloria.
Hermanos se dé lo exhortativo de este mensaje pero lo hago
con amor con el deseo que seamos todos mejores para nuestro Dios, pues ya que
nadie es perfecto debemos buscar apegarnos a los mejores estándares de calidad
y que la medida de la conducta del hombre la establezca Dios y no la sociedad, el Señor estará con Uds. Mis hermanos les amo en el Señor la honra y gloria sea
para él siempre.
Juan 10:27 Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me
siguen.
Dios les bendiga...