viernes, 20 de noviembre de 2015

PERO DIOS...



Probablemente seas como yo cuando ves la vida de alguien a quien admiras muchísimo y te preguntas. ¿Cómo hace? ¿Por qué todo le sale bien? ¿Cuál es la diferencia? Seguramente tratas de responderte cada pregunta y la única conclusión es: “Es una de esas personas que traen estrella” “es un favorecido de la vida” etc.

Y si nos preguntamos ¿Qué tal si no siempre fue así? Se me viene un  personaje a la mente el apóstol Pablo ¿Lo conoces? ¿Has oído sobre él? Muchos dirán ¡Claro que sí sé quién es! Otros dirán ¡no sé quién es! El primer relato que encontramos del apóstol Pablo es en el libro de Hechos.

Hechos 9:1 Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote 2 y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Tenía la intención de encontrar y llevarse presos a Jerusalén a todos los que pertenecieran al Camino, fueran hombres o mujeres.

¿Te suena extraño? ¿Apóstol respirando amenazas de muerte contra los cristianos? Imagino tu rostro diciéndome ¡explícame! A lo que respondo ¡con todo gusto! El título de esa porción de la Biblia se llama “Conversión de Saulo.” Pablo lleno de religiosidad como todo hombre que quiere pagar su auto salvación haciendo “obras,” creyó que el camino que emprendía en ese momento era del beneplácito de Dios, sin embargo ese día de un minuto a otro cambió todo.

Hechos 9:3  En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. 4 Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 ¿Quién eres, Señor? preguntó. Yo soy Jesús, a quien tú persigues le contestó la voz. 6 Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.

“Sucedió” “de repente” “cayó” “oyó” “preguntó” palabras claves. La vida de Pablo o Saulo hasta ese momento, aquel con deseos de muerte para su prójimo hoy lo vemos en el suelo, su pregunta fue hecha con respeto. ¿Quién eres Señor? En resumen. Pablo vio la luz de Dios, oyó la voz de Dios, obedeció la voz de Dios, desde ese momento Pablo nunca fue el mismo, su legado fueron 13 cartas del nuevo testamento, en un tiempo donde no había imprenta, ni hojas como las que tú y yo usamos, se escribía en cuero de animales y corteza de árboles llamadas papiros y con una mezcla de resina ocupada como tinta, fue fundador de muchas iglesias y padre espiritual de muchos hombres de Dios ¿Dónde quedó el asesino? Dios lo convirtió, una definición de “convertir” en el diccionario dice: Cambiar o transformar una cosa en otra distinta” eso fue lo que sucedió.

2º Corintios 11:23 “He trabajado más arduamente, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos, he estado en peligro de muerte repetidas veces.” 24 Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. 25 Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. 26 Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de falsos hermanos. 27 He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez.

Ese fue el resultado de la conversión que Dios hizo en Pablo, volvamos al inicio. Te recuerdas de la pregunta que nos hacemos  sobre qué tienen de diferentes estos hombres a quienes admiramos, acabas de ser testigo de lo que sucede en la vida de quienes hoy admiramos, no todo fue fácil.

Antes de terminar regálame un momento más tu atención ¿Qué tiene que ver esto con el título de este tema? “PERO DIOS…” tal vez tu no seas, ni hayas sido, un asesino, un ladrón, o hayas cometido cualquier acto despreciable. Piensas que por eso tu conversión no tuvo impacto, permíteme aclararte que no existe diferencia entre la conversión de Pablo, ni la nuestra.

Efesios 2:1 En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados.
Romanos 3:10 Así está escrito: «No hay un solo justo, ni siquiera uno

Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Eso éramos.

“PERO DIOS…”

Efesios 2:5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!

Efesios 2:8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.

Colosenses 1:13 Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención, el perdón de pecados.

“PERO DIOS…” Que es rico en misericordia. Lo único que demuestran estos versículos es que antes que Dios llegue a la vida del hombre, el género humano está: “Muerto en delitos y pecados” no importa la edad, ni la posición social, ni la creencia religiosa, ni la profesión, etc. la regla es pareja, sin embargo. “PERO DIOS…” un día llego a tu vida con misericordia, así como la conversión de Pablo fue dramática la de todo ser humano es igual, no hay diferencia. Dios no tiene favoritos, nos ama a todos y nos ve a todos por igual, no dudes, si obedeces los mandatos de Dios puedes ser usado por Él cómo los hombres que hoy admiras.

Que sea Dios quien ponga en ti la sensibilidad a su palabra y el deseo de ser usado para su honra y gloria, recuerda que para poder estar a la altura de los hombres valientes de la Biblia debes iniciar con la obediencia a Dios.

Nada de lo antes mencionado podrá ser real si no has recibido a Cristo como tu Señor y Salvador Personal.

Romanos 10:9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.

¡Gloria a Dios!



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