martes, 13 de mayo de 2014

EL LLAMADO DE DIOS AL MINISTERIO


2 Timoteo 2:10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.

Debo iniciar diciendo que si queremos formar nuevos líderes cristianos, futuros pastores y siervos del Señor, debemos ajustarnos al modelo bíblico, en primer lugar este consiste en el mentoreo, antes que en una base académica, precisamente eso fue lo que Nuestro Señor Jesús hizo a base de una vida invertida en otra en este caso la de sus discípulos, él les enseñó el camino al ministerio, los discípulos nunca fueron a una escuela teológica, ni se les pidió ningún requisito, sino que fue Dios quien los eligió, los atrajo a él, les comenzó a enseñar a través de su vida como su mentor que fue de ellos y ellos como esponjas absorbieron toda esa enseñanza y se quedaron para siempre sirviendo al Señor. 

Si queremos formar líderes esta deberá ser la mejor manera basada en Las Escrituras veamos como Dios elige a los llamados al ministerio.

Juan 15:16 No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Aunque eran muchos los discípulos que le seguían el no escogió sino a 12 de esta forma Dios primero salva al pecador, trabaja en él y luego trabaja a través de él, para que lleve mucho fruto, pero hay un orden progresivo de crecimiento en el llamado, Marcos dice lo siguiente.

Marcos 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios.

Fíjate el orden progresivo, primero Dios es el que llama, segundo les pide que permanezcan con él, de allí ellos aprenden a base del ejemplo y luego una vez preparados los envía a predicar con la autoridad que solo el llamado de Dios nos dará.

Sin lugar a duda que la base académica es esencial me refiero al estudio de la teología, pero ese deberá ser el mejor complemento para el que aspira a ser ministro de Dios y no deberá ser la base de su llamado, el futuro ministro deberá ser llamado por Dios y ser instruido con la vida ejemplar de su líder o pastor. Este líder deberá acoplarse a imitar a Jesús para formar a estos líderes y entonces el estudio teológico será un arma poderosa para este futuro líder, el modelo bíblico entonces consistía en eso, en estar con Jesús día a día aprendiendo de él, es aquí donde el mentoreo fue lo que transformó la vida de los apóstoles pues el mentoreo es lo más importante.

Tomando en cuenta que la manera primordial es tener un llamado de Dios debo decir que la persona que ha sentido o tenido un llamado de Dios sabe que lo tiene pero es algo que no se puede explicar debido a que el llamado de Dios no surge de un deseo humano, pues también hay personas que sienten deseo de servir al Señor pero nunca pasa de eso, mientras que el llamado es irrevocable, el llamado de Dios es el elemento clave para ser fieles a Dios, sin un llamado de Dios no se encontrara un siervo fiel a Dios.

Romanos 11:29 porque las dádivas de Dios son irrevocables, como lo es también su llamamiento.

El llamado no se puede enseñar de manera académica pues es sobrenatural, este una vez sea realidad en la persona deberá ser enseñado a través del mentoreo, del ejemplo de vida así como lo hizo Jesús. El llamado de Dios va más allá de tener un deseo humano, tampoco consiste en seguir la profesión de los padres, ni menos se puede recibir por herencia, es normal ver que los hijos quieran ser lo mismo que sus padres; pero no debe ser así en el llamado de Dios, no es así a nivel espiritual, tampoco el llamado de Dios consiste en terminar estudios teológicos pues una persona puede terminar su carrera de teología pero si no ha tenido un llamado será una persona estéril en el ministerio, un árbol solamente lleno de hojas pero sin ningún fruto.

Lo que le pasa a una caravana que va por el desierto bajo el ardiente sol deseando ver un pozo lleno de agua y cuando llegan a este horror de horrores el pozo está seco, así pasa con un ministro desprovisto de gracia por no tener un llamado.

Solo la formación teológica no puede constituir un llamado, no se puede reconocer un llamado solo por el hecho de terminar los años de estudio teológico, debemos asegurarnos que los futuros líderes tengan un llamado de Dios, el llamado de Dios tampoco es una manera de ganarse la vida pues hoy en día existen universidades que ofrecen una carrera teológica como una profesión, pero no se debe pensar que sea una profesión pues no lo es; sino que es una vida dedicada al servicio de Dios y esto es lo que lo hace diferente, no se trata de vivir del ministerio, se trata de vivir para el ministerio.

El llamado de Dios es escuchar la voz de Dios, es un llamado íntimo, no tiene que ver con lo que las persona dicen de nosotros, no se trata de que a alguien le parezca que tengo el talento pues el llamado consiste en lo que Dios dice de mi, también una persona podría no estar de acuerdo con mi llamado pero nuevamente no depende de la opinión de la persona sino del decreto de Dios.

1 Timoteo 1:1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza.


He allí un ejemplo, Pablo aunque despreciado por muchos él sabía que Dios en su mandato declaró que él fuera su apóstol, su enviado, su siervo. Y aunque Pablo encontraba oposición en ello, él nunca dejo de ser Apóstol de Dios, el llamado viene directamente a la persona de parte de Dios, el no usa mensajeros; él llamó directamente a Felipe. Juan 1:43, también lo hizo con Mateo o Leví Mateo 9:9 también con Pedro, Andrés, Jacobo, Juan. Mateo 4:18,21 Debemos reconocer si tenemos un llamado de Dios, pues no lo hacemos por el nombramiento de una mesa directiva de la iglesia, ni por la invitación de una iglesia, sino porque lo recibimos de parte de Dios. Un llamado que transforme nuestras vidas, que la sacuda, que nos haga caminar por otra dirección a la nuestra, la gente puede sorprenderse que abandonemos cosas que en un principio nos esforzábamos por ellas, pero un día sentimos el llamado de Dios y abandonamos esas tareas para hacer la tarea que nos pidió Dios y esa es la señal del llamado pues el llamado siempre traerá oposición.

El llamado de Dios es un llamado a la cruz, el ministerio no es divertido como algunos lo ven, no es para beneficio propio, ni para vivir cómodamente, es todo lo contrario, es por eso que es admirable cuantos equivocados en ello hay hoy en día y esto los convierte en hipócritas y enemigos del evangelio y de la cruz de Cristo.

El evangelio siempre nos muestra la cruz la cual tiene 2 caras, una es la muerte y la otra la resurrección, debe haber un viernes de muerte para que haya un domingo de resurrección.

Juan 12:23 Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado les contestó Jesús. 24 Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto. 25 El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. 26 Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.

Esa es la vida del discípulo el que toma la cruz y sigue a Dios, el que se niega asimismo, el que no va tras su beneficio sino tras el beneficio de la obra, siempre deberá haber alguien que sufra para que otro sea salvo, debe de haber alguien que pague un precio para alcanzar a otros para que sean salvos, se debe morir al yo, ver hacia arriba pues la enseñanza de Jesús siempre fue así. "si alguno quiere ser mi discípulo tome su cruz y sígame" esa cruz de la que hablaba era la que lo llevó a la muerte y lo mismo a sus apóstoles, tal vez hoy no muramos por predicar la Palabra de Dios; pero debemos morir a nuestros deseos y no solo a los de la carne sino a cosas legítimamente buenas pero que por causa del evangelio las abandonaremos con tal de seguir a Cristo, fue esto lo que le sucedió a Pablo un hombre que contaba con gran reputación para los fariseos y el pueblo judío que no creía en Dios, un hombre letrado, alguien de nacionalidad romana y judía a la vez, con destreza en idiomas diferentes, enseñado por Gamaliel un baluarte de la época, pero una vez llamado por Cristo él dijo esto en cuanto a lo que una vez fue su gloria.

Filipenses 3:8 Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo 9 y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe. 10 Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte.

El ministerio no tiene ventajas para el ser humano porque la muerte no es ventajosa y hablo de la muerte al yo, así que el verdadero hombre llamado por Dios es alguien que felizmente toma su cruz y sigue al Señor pues no hay camino al trono sino se pasa por la cruz, debemos recordar entonces en qué clase de ejemplos estamos siendo para los futuros líderes. ¿Les enseñaremos que el llamado es vivir para nosotros mismos? ¿Cómodamente? ¿Sin sacrificio? Pues debemos tener claro que la base del llamado de Dios es a través del mentoreo, y si somos ejemplos de comodidad e irresponsabilidad pues así serán los futuros pastores de las iglesias ni Dios, ni los hijos de Dios queremos semejante cosa.

Por ultimo solo un verdadero llamado de Dios nos dará la convicción para estar en pie de lucha, que nunca se nos olvide que siempre estaremos en la mira de la escopeta de satanás porque nos proponemos causarle daño y no debemos de sorprendernos porque nos acontezcan desgracias pues ya lo sabemos que así será, pues por eso es que cargamos una cruz dura, pesada y áspera en la cual nos clavaran, seremos el espectáculo de todos, la crítica mordaz de muchos, el oprobio de otros, pues cuando el mundo aprueba nuestra tarea y nos elogia es porque nos parecemos al mundo, pero si nuestro mensaje se basa en la búsqueda de la santidad y la condena del pecado el mundo no nos va aplaudir por ello y esa es la señal que no seguimos la corriente del mundo sino la enseñanza de Dios y todo esto proviene de la convicción, que a su vez proviene del llamado de Dios, el apóstol Pablo nos relata un ejemplo de su vida en cuanto a esto.

 1 Corintios 9:15 Pero no me he aprovechado de ninguno de estos derechos, ni escribo de esta manera porque quiera reclamarlos. Prefiero morir a que alguien me prive de este motivo de orgullo. 16 Sin embargo, cuando predico el evangelio, no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio! 17 En efecto, si lo hiciera por mi propia voluntad, tendría recompensa; pero si lo hago por obligación, no hago más que cumplir la tarea que se me ha encomendado. 18 ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar el evangelio pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho.
19 Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible. 20 Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a éstos.21 Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. 22 Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. 23 Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos.

Quien  tiene el llamado de Dios lo hace con pasión y no por rutina, siente la necesidad enorme de cumplir la voluntad de Dios, de estar cerca de él, esto desarrollará hábitos como la oración para apegarse más a su voluntad y estar comunicado siempre con él, la persona buscará siempre la santidad de manera imperativa, es por eso que necesitamos líderes llamados por Dios y no charlatanes sin vergüenza alguna de lo que hacen, personas que no llenan la medida pues son impostores y Dios nunca los llamó. Se necesita ministros que no se dejen llevar por las apariencias, ni que prediquen para entretener a las personas sino para exhortar con amor y ejemplo y todo para dar al Señor una iglesia santa para su honra y gloria.

Hermanos se dé lo exhortativo de este mensaje pero lo hago con amor con el deseo que seamos todos mejores para nuestro Dios, pues ya que nadie es perfecto debemos buscar apegarnos a los mejores estándares de calidad y que la medida de la conducta del hombre la establezca Dios y no la sociedad, el Señor estará con Uds. Mis hermanos les amo en el Señor la honra y gloria sea para él siempre.

Juan 10:27 Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.


Dios les bendiga...










































2 comentarios:

  1. Bendiciones y gracias. Seria interesante escuchar su opinion de este audio de solo 5 minutos, sobre lo que sería el verdadero Llamado de Alto:

    http://m.ivoox.com/llamado-lo-alto-audios-mp3_rf_3505682_1.html

    Www.Mensajedepaz.Net

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  2. Que apreciación mas excelente de lo que es el llamado de Dios. Siempre he creído que realmente así debe ser, pero hoy día se le da mas valor al estudio teológico y se menosprecia el llamado de Dios. Bendiciones hermano, le felicito por esta palabra y adelante!!!

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